Buenas noches!!
Buenas noches de una calurosa noche de agosto.Pedimos a gritos que el calorcito llegue a nuestras vidas, y noches como hoy maldecimos haberlo pedido con tanta ansia.
Y es que el verano es diferente. Para todos. Esta comprobado, y no por qué lo diga yo, que el verano carga de positividad nuestras vidas.Ni otoños calurosos, ni primaveras de sol, nada se compara, el verano es cambiar a otro estilo de vida.
Esta visto, que el verano nos da muchísimo buen rollo, que nos sentimos mejor con nosotros mismos, que vivimos más intensamente, que somos mas positivos, que nos vemos potencialmente más atractivos, y que nos incita a hacer cosas que no haríamos el resto del año. Es así, que tendrá el verano que nos vuelve locos de remate.
El supuesto de que nos vemos potencialmente más atractivos es un básico del verano, lucir cuerpos, despojarnos de abrigos y jerséis, dorarnos y broncearnos hasta el extremo de ser casi otra persona nos gusta, y nos gusta muchísimo. si os fijáis en las redes, la mayoría de las personas subimos muchísimas más fotos en tres meses de verano que en el resto del año.¿Por que será? pues por eso, por que nos gustamos, por que hemos perdido ese color trasparente invernal que no disimula ojeras, por que en verano, hasta cuando sales de la ducha estas guapa, por que no hace falta que utilicemos un bote de maquillaje para esconder las fatigas invernales, por que aunque estemos blancas, en verano nuestra cara dice otra cosa.
Tambien nos olvidamos de grises, marrones y colores apagados, dando espacio en nuestro armario a colores llamativos, (y cuanto más llamativos mejor),lucimos nuestras mejores galas, y no se por qué, estrenamos mas ropa en verano que vuelven a ser tres meses que el resto del año.
Y es que en verano nos molamos. Si,si. Sales a la calle, con tu bronceado que ya quisiera Jennifer Lopez, con esos shorts que ya quisiera lucir Paulina Rubio, con una melena brillante al más puro estilo #Lorealporqueyolovalgo, y con esa cancioncita veraniega en la cabeza que te hace sentir que sí, que te encantas a ti mismo, aunque seas la misma persona que meses anteriores.
Y no nos engañemos. Es cuestión de mentalidad. Nadie pasa de ser un patito feo invernal a convertirse en cisne de verano.
Y me quejo de algo que yo misma practico, eh?, no nos confundamos.
Siempre he cometido las mayores locuras en verano, los he vivido al máximo como si mi vida se fuese en ello, como si los mayas hubiesen dejado escrito que el mundo se acabaría en Septiembre.He echo cosas en verano que vería imposibles hacerlas en invierno, sin tener que ver nada la climatología.
Con los años te das cuenta, de que no es cuestión de estaciones si no de mentalidad. Al fin y al cabo el invierno gana batalla en lo temporal, ¿acaso no podemos disfrutarlo igual? En vez de derrochar felicidad veraniega ¿no podemos dosificarla en pequeñas dosis que nos duren todo el año?.
Bueno quizás es una reflexión un poco absurda, pero estoy pensando que este invierno voy a tomar otra mentalidad. Si, quiero sentir lo mismo que estos tres meses. Y es cuestión de actitud.
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Pero, no os voy a engañar, voy a disfrutar lo que queda de verano como si no hubiese un mañana, sí.
Besitos!